¿Hogar? | Libre

No hacía mucho que acaba de llegar a aquel extraño planeta, y por más que intentarla verle algún sentido era incapaz. Aunque le había costado podía decir que había aprendido a dominar más o menos aquel extraño mundo, en el sentido de conocimientos. Había conseguido infiltrarse en la red bancaría y conseguir algo denominado dinero, al igual que un coche, una casa en varias partes de planeta, varios enseres que al parecer estos curiosos humanos consideraban como esenciales, al igual que en sus Imperio. Eso la tranquilizó, después de todo parecía ser que a pesar de ser razas y sociedades diferentes, no eran tan dispares.

Andaba con tranquilidad, con su holograma puesto a lo largo de algo denominado Universidad, al parecer era donde algunos humanos crusaban sus estudios superiores. Aunque pareciera sorprendente visto que tendría que pasar una larga temporada allí, puesto que realmente no tenía ni idea de como volver a poner la nave en funcionamiento, pues le vendría mejor acostumbrarse y hacerse una vida en el lugar.

Tan sólo había una terrícola allí, una humana de pelos castaños, bastante desagradable a la vista pero su opinión, del mismo modo que le desagradaba su propio holograma.Tan sólo le gustaban los seres de su propia raza y en su excepción aquel woostoide esmirriado que tenía como padre de su hija, no se podía negar las numerosas relaciones meramente sexuales que había mantenido con humanos, pero no, nol e hacian deamsaida gracia. La observó con curiosidad, en sus manos portaba una taza con algún tipo de bebida, ¿Qué sería? Comenzó a seguirla como si realmente aquel fuera su verdadero camino, quería ver como se comportaba un terrícola joven en su habitat natural.

Seguía el cmaino de la joven morena. Realmente, más llevada por la curiosidad que cualquier otra cosa. Llegaron hasta lo que se denominaban semáforos, delante de un paso de cebra y al parecer, la chica se dio cuenta de su presencia y le saludo con la mano. Belona, sorprendenetemente respondió al soludo y sonrío, más que sonreir, simplemente dejó que las comisuras de sus labios se curbaran levemente.

Optó por acercarse sonriéndola. Hola. Vas a la universidad ¿verdad? Es que verás, soy estudiante de intercambio, y acabo de llegar y estoy perdida.-respondió con naturalidad haciendo gala de una amabilidad muy, demasiado inusual en ella. Su mente ya estaba montado toda la historia y por quien se haría pasar. No tenía sentido ir amenazando ni mostrando su apariencia por ahí teniendo en cuenta que iba a tener uqe vivir en ese lugar por el resto de su existencia.

El semáforo se puso en verde para los peatones y Belona comenzó a cruzar la calle, ya estaban al lado de la universidad. Había muchos terrícolas jóvenes, todos iban en grupitos y hablaban, todos menos la chica con la que había hablado. Era extraña, diferente a los demás. Es como si supiera algo que los demás no sabían, se mostraba distante incluso temerosa de lo que le rodeaba. Aquello le agrado, a Belona le gustaba que la gente le temiera y la respetara, ¿pero que también temiera a sus semejantes? ¿Qué estaría pasando allí?