La calma siempre trae una tempestad (Belona) +18

Recuerdo del primer mensaje :

¡Estaba visitando una de las ciudades mas importantes de ese planeta, admirando la arquitectura tan primitiva de aquella cultura que a su vez había conseguido grandes avances en un tiempo bastante reducido según lo que indicaba la información descargada. Mirar a mi alrededor era no más que difícil de una forma un poco rústica había logrado conseguir dinero, la moneda de allí, una forma electrónica llamada banca, piratear sus servidores e introducir una cantidad en ella, no había sido difícil dada la tecnología básica de esta población, pero podía desestabilizar un poco otras cuentas bancarias aunque había tenido cuidado de usar solo cuentas muy abultadas en las que los movimientos bancarios eran muy comunes.

Pues bien, no se me ocurrió usar de otra forma ese dinero que para ir al parque y comprarme algo que llamaban helado, lo pedí de chocolate, un color oscuro, era extraño, pero cuando lo probé me recordó mucho a otro tipo de comida de mi planeta, frio como el agua helada, estaba delicioso, para que mentir, por lo que caminando por el parque admirando la naturaleza y la poca fauna que había paré en seco, fué un instante, algo por mi mente pasó mostrando un escalofrio a mi alrededor, una perturbación en la fuerza, una sensación que no sentía desde hacía tres años... quna sensación paupérrima pero pñeligrosa, solo fué una milésima de segundo pero que provocó que ocultase mi presencia en la fuerza a la vez que lo hizo ella:

¡Belona....!-dije mirando a todos lados, la había sentido, estaba seguro de ello, no era una broma, o si, quizás era mi obsesión, pero era imposible que Belona me hubiese seguido hasta aquí, por lo que me tranquilicé aunque siguiendo alerta, misteriosamente el lugar ahora era mas vacío, la noche en Lóndres estaba cayendo y la iluminaria acaba de encenderse, el sitio perfecto para una emboscada si aquella sensación era cierta.

Todo se quedó en silencio, un silencio que no era equiparable a nada más, estaba volviendo a sentir esas mariposillas que tenía en el estómago, esas mariposillas extrañas que sentía cuando era mas joven, la miré a los ojos con mis grandes ojos negros y me quedé pensativo, era una mujer rara, rara en el sentido de que me hacía ver las cosas desde el otro punto de vista, una experiencia que no era del todo mala, no, en un pasado compartía con ella muchas cosas, ambos Jedis, ella veía las cosas de una forma y yo de otra, quizás eso nos enamoró un amor que estaba sintiendo ahora mismo.

respiré hondo por aquel beso, me mordí el labio inferior mientras tomaba su rostro entre mis manos para profundizar el beso, dejando de acariciar sus lekku y bajando por su cintura hasta posarlos en esta, semidesnuda, estaba acalorándome, estaba consiguiendo algo que nunca nadie exceptuando ella hacía muchos años hizo, excitándome, era extraño como me estaba dejando llevar por mi pasión con ella, pero ¿qué mas daba? La orden jedi había desaparecido y mientras no cayese en las garras del lado oscuro, no había peligro, por lo que proseguí con mis caricias en su semidesnudo torso.

Notaba como el amor hacia Belona no había desaparecido, al revés ahora notaba que lo que aconteció años atrás en el templo había sido un error, un error que quizás enmendado ahora no tendría la galaxia sumida en un caos con un imperio gobernado por mi propia hija. Pero tampoco habría sido líder del consejo de la orden jedi, quizás no tendría a Adeleim, muchas experiencias que me habían dado conocimiento no existirían y ahora estaría perdiéndome mucho a los ojos de todos.

Peroa hora no era así, ahora mis manos recorrian de nuevo su erizada espalda, semidesnuda, ante una vocecita que me decía, sigue, eso hice, mis manos se osaron en el broche de la parte superior de su ropa, quitandola de un agil movimiento de dedos y haciendo que esa tela cayese sobre nuestras piernas dejando sus grandes pechos a la vista, pero yo no me centraba en ellos, ahora mismo eran sus labios los que deseaba, aquellos labios de esa Twi´lek de color rojo.

El beso terminó pero no las caricias, ella misma había llevado mis manos hacia sus senos y yo los acariciaba, disfrutando de su tacto suave y mirando a los ojos de una Twi´lek que clavaba sus ojos llenos de oscuridad en los míos, me mordí el labio inferior y apreté sus senos para acariciarlos mas intensamente, sabía claramente a donde quería llegar, hasta el final, por lo que retiré las manos de sus senos y simplemente dije unas pocas palabras suaves-¡Hasta el final!-inmediatamente mis labios se acercaron a sus senos e introduje uno de ellos en mi pequeña boca, por lo que fué una pequeña parte de este lo que introduje, mis manos abrazaban su espalda y mi lengua lamia el pezón de la Twi´lek colorada a la que amaba

Me retire de los senos de belona notando como se desnudaba, algo no muy dificil para ella, y me excité inevitablemente, pero era una excitación dentro de la paz y sosegedad que yo siempre sentía, controlando siemopre mis emociones, pero dejándome llevar por aquella tierna situación de dos enamorados sin hogar.

Terminé por deslizar mi túnica, ayudado por la telequinesis logré quitármela y desnudarme al completo, algo que no era difícil, llevaba unos calzones abajo que también retiré dejando a la vista mi amarillento y delgado cuerpo desnudo, la miré a los ojos, quería llegar al final pero quizás yo no era tan lanzado como ella, tan solo podía quedarme embelesado con el cuerpo desnudo y rojo de Belona, acercar mis labios a los suyos, besarla y porque no... acariciarla