Diversión para dos {Elena}

Caroline se sentía feliz, había sido un día expectacular, por fin las cosas estaban calmas y podía seguir la vida de una muchacha común como muchas veces había querido ser, aunque por cosas obvias del destino era una chica vampiro, lo que la hacía para nada normal. Pero ese día se había decidido pasar un buen tiempo con sus amigas Elena y Bonnie, para su mala suerte, la segunda debía viajar quizás a donde, Bonnie estaba actuando algo distante y Caroline no entendía que diablos le pasaba pero prefería no preguntar.

El día era hermoso, el sol se asomaba por la ventana de la habitación de la chica y esta estaba parada en la ventana disfrutando del bello paisaje y el sol, gracias a su anillo que podía bañarse con los rayos de este astro, si no fuese por Bonnie y Stefan, ella hubiese perdido las ganas de hacer cosas, ya que el sol y poder salir de casa un día como aquel le hacía sentir mucho mejor de lo que se esperaba. Se sacó el pijama y fue a darse una gran ducha, para luego vestirse cómodamente con unos jeans ajustados, botines de taco y una remera color celeste que le caía libre por su cuerpo esbelto. Además se puso una pequeña chaqueta delgada que le tapaba los hombros para que no le llegase tanto calor y aunque esta no sentía ni frío ni calor, gracias a su calidad de vampiro, no muchos sabían la naturaleza de la rubia.

Luego de pintar sus labios y ponerse algo más de color en el rostro, le dio al número dos en su celular y el llamado marcó a Elena. - Hey, ¿Elena que tal si pasamos un tiempo juntas? - le dijo la rubia con mucha alegría. Es que Caroline es así, una chica que a pesar de todo lo que le ha pasado en la vida es capaz de tener una sonrisa en sus labios cuando nadie se lo espera.