#} Elena A. Gilbert

Elena llego a los 17 años viviendo una mentira. Los que consideraba sus padrs, Grayson y Miranda, quienes murieron en un accidente automovilístico, no eran los que ella realmente creía. Y los que creía personas despreciables, eran en realidad sus biológicos padres.
El descubrimiento de la verdad empezó con la llegada de los hermanos Salvatore en Mystic Falls. Mientras ella se enamoraba del increíblemente apuesto y dulce Stefan, el misterioso Damon rondaba por los alrededores, dándole pistas de un pasado oscuro que ella no conocía. Y cuando por fin lo hizo, se dio cuenta que su mejor amiga era una bruja, su novio y el hermano de este eran vampiros, su tío era en realidad su padre y ella misma era la copia exacta de una vampira psicópata que había convertido y abandonado a los chicos ya mencionados.

Nada fue igual desde entonces. Maldiciones, fantasmas, Klaus…Si le hubieran preguntado hace dos años, Elena nunca hubiera creído que ella fuese la pieza clave de un ritual antiguo para romper la maldición que competía con el tiempo por viejez. Si llego a salvarse, fue solo por las capacidades de Bonnie y el sacrificio de John, pero esos días marcaron el punto decisivo en sus vidas. Stefan se fue con Klaus para salvar a Damon, y ella se encontró sola, con un hermano menor que cuidar y una tía muerta en el sádico sacrificio.

Ella pensaba que el amor que tenia con Stefan era eterno, pero mientras el se convertía en un despiadado asesino bajo la influencia de Klaus, se encontró en busca de apoyo en Damon, el hermano que si había estado allí para ella, apoyándola y ayudándola cuando lo necesitaba. Y a pesar de sus sentimientos en conflicto, Elena no quería repetir la historia, ni hacer lo que Katherine había hecho con ambos chicos; en vez de explorar eso sentimientos turbios, simplemente opto por ignorarlos, manteniéndose firme a la idea de amar por siempre a Stefan. Sin embargo, las cosas nunca fueron fáciles para ellos. Stefan si regreso, pero cambiado al punto que Elena ya no lo reconocía, al punto que no era el mismo Stefan del cual ella se había enamorado hacia poco más de un año atrás.

La necesidad de aclarar los sentimientos fue muy rápidamente remplazada por una de matar a Klaus, queriendo terminar los sufrimientos de todos una buena vez. Sin embargo, Esther prácticamente la rapto para juntar su vida con la de Alaric, convirtiendo este en vampiro y dándole la arma indestructible para matar a los Originales. Por mucho que lo quisieran, Elena y los Salvatore no podían dejar que eso sucediera, ya que Klaus decía de haber sido él quien había convertido su línea de vampiros, y por mucho que lo odiaran, Elena no estaba dispuesta a sacrificar todos sus amigos.
Aun así, Klaus si murió, o al menos, eso creen ellos. Y junto a él, también murió Elena. Después de despedirse de Damon por teléfono, diciéndole que finalmente había escogido a su hermana, Matt la estaba llevando de vuelta a Mystic Falls, para ver a Stefan y todos sus amigos, cuando Rebekah apareció en el camino, haciendo que su camioneta chocara en Wickery Bridge y saliera de la carretera. El ciclo se había completado; Stefan quiso salvarla, pero Elena insistió que sacara a Matt antes, y ella misma murió en esas aguas como debía haberlo hecho desde un principio.

Sin embargo, Meredith le había dado sangre de vampiro a espaldas de todos, no queriendo preocupar a nadie y esperando para una rápida recuperación. Esa sangre fue la que le devolvió la vida, y aunque no se sentía absolutamente lista, Elena completo la transición, por Jeremy y el resto de las personas que la necesitaban viva. Junto con su conversión, ha recuperado memorias que Damon la había obligado a olvidar de humana, y ahora esta mas confundida que nunca, sin saber realmente a cual hermano su corazón pertenece.

Llevarse mal con Elena Gilbert es una misión prácticamente imposible. Con una sonrisa encantadora siempre presente en los labios, consejos sabios y un hombro donde puedas apoyarte para llorar, es la persona alegre que todo el mundo adora. Popular en el instituto, hermosa y siempre presente para ayudar a sus amigos, es el rayo de luz que a cada quien le gustaría tener en su vida. Claro, también es un magneto activo para todo tipo de creaturas de la noche, hechizos viejos y maldiciones peligrosas, hasta el punto que arriesgar su vida se ha convertido en rutina para ella y los que la rodean. Al menos, eso era rutina para la Elena humana. Elena de vampira no es un cambio drástico, pero para entenderla, hay que saber como era antes de su conversión.

Si se requiriera sola una palabra para describir a Elena Gilbert, esa seria empatía. Si, exactamente eso. La chica siente el dolor de cualquiera a su alrededor, sin importar si se trata de alguien a quien no le dijo ‘Salud’ al estornudar, o si una gatita se ha subido a un árbol y ahora no puede bajar. Elena tiene la tendencia de proyectar todos esos sentimientos en si misma, sintiéndose mal por los demás y queriendo hacer todo a su poder para ayudarlos a salir de su situación difícil. Su condición de vampiresa no ha cambiado ese detalle en absoluto, al contrario, solo ha servido para fortalecerlo más si cabe. Esta constantemente preocupada de que habrá cambiado para los demás su conversión, temiendo que alguno de los Originales aparezca de un momento a otro, en un intento de matarlos todos ellos.
En el ámbito amistoso, Elena es la amiga más fiel de todas, que lo da todo para las personas que quiere. A pesar de haber sido popular en un tiempo de su vida, ella siempre supo quien eran sus verdaderos amigos, y a pesar de todo por lo que han pasado, ha conseguido mantenerlos a su lado y no dejar que una locura tras otra destruyese su lazo amistoso de años. Si la dejaran, ella se sacrificaría para las personas que ama, pero ellos también la aman con igual de dedicación, y su complejo de mártir casi nunca tiene éxito.

En cuanto al lado amoroso, Elena no puede considerarse realmente una experta en el campo, ya que en toda su vida, solamente ha tenido dos relaciones formales. La primera fue con Matt, y aunque al tiempo creía lo contrario, lo suyo no fue realmente amor; más bien, era cariño entre dos personas que se conocen de toda la vida y que se sienten cómodos el uno con el otro. Después llego Stefan, revolucionando todo lo que ella creía correcto, y con él, realmente pensaba tener ese tipo de amor épico que todas las chicas sueñan de niñas. Todo por lo cual han pasado ha dejado a Elena completamente confundida, y las nuevas memorias que tiene después de su conversión, la han hecho replantarse su punto de vista sobre el amor y la persona que ella realmente ama.
Es lo suficientemente valiente para amar a un vampiro, aun sabiendo todo lo que eso conlleva, pero a pesar de sus apariencias, ella es solamente aun una niña asustada, que ama tan pasionalmente que la consume, pero que también no puede dejar de hacerlo. Siempre se ha considerado especialmente peligrosa para las personas a su alrededor, y más aun ahora de vampiresa, pero Elena necesita el amor en su vida como uno necesita el oxigeno para vivir.
Su mayor temor es el de una vida totalmente sola, abandonada de sus personas queridas y sin ninguna oportunidad de tenerlas de vuelta. Como ella ha perdido tanto desde ya, se aferra con fiereza a lo que le ha quedado, dispuesta a protegerlos de todo y de todos.

Y a pesar de todo eso, muy en el fondo, Elena es una persona frágil, tan frágil que si lo deja ver, teme que se romperá una vez por todas. No le gusta que los demás vean ese aspecto de ella, y es solo en las noches más oscuras, cuando se encuentra sola en su cama, que deja que todas esas emociones salgan a flote, cuando son demasiado para ella. Sabe que necesita ayuda, que a pesar de que ella conoce todo sobre vampiros es difícil lidiar con todo sola, pero Elena no busca esa ayuda. Al contrario, se levanta en la mañana, se viste y plantea una sonrisa en sus labios, acumulando fuerzas para enfrentarse a un mundo que necesita que ella no pierda su alegría.