Perenelle D' Alembert

Perenelle D' Alembert era la séptima hija de una séptima hija, por ello, en la diminuta aldea de Quimper en el noroeste de Francia donde creció, se la consideraba especial.
Con el simple roce de su piel, Perenelle era capaz de sanar, no solo a seres humanos, sino también animales y plantas. También podía entrar en contacto con el espíritu de los fallecidos, incluso le permitía pronosticar el futuro. Sin embargo, tras criarse en una era donde tales habilidades provocaban profundas sospechas y grandes temores, Perenelle aprendió a reprimir tales dones para si misma.
En su primer viaje a Paris, durante el año 1334, pudo presenciar como los adivinos de la época trabajaban en los mercados, ocultos tras la esplendorosa catedral de Notre Dame; aquello parecía un medio fácil para obtener recursos y ganarse la vida.
Fue en aquella remota época, cuando la entonces joven Perenelle adoptó el seudónimo de Chatte Noire, Gata Negra, debido a su abundante cabellera de color negro azabache junto con la elegancia y gracia que la caracterizaban. Logró establecerse en una pequeña casa con vista hacia la catedral. En cuestión de semanas, su reputación había ascendido a todos los círculos sociales. Se decía que su talento era algo excepcional.
Su fama le valió una clientela abundante. No solo la visitaban vendedores del mercado, sino también comerciantes, gente perteneciente a la nobleza e incluso era frecuentada por reconocidos aristócratas de otras naciones europeas.
Cerca de donde ella vivía, se sentaban los escribanos y transcriptores, encargados de trascender la historia. Ella mostraba gran interés sobretodo en sus escritos, pero solo uno de ellos, un esbelto caballero, fue el que la cautivó. Desde el primer momento en que lo vio, Perenelle supo que estaban destinados a estar juntos, que contraerían matrimonio y que llevarían una vida plena y longeva, aunque jamás hubiera imaginado, cual longeva iba a resultar.
Medio año después de conocerle, sus predicciones se realizaron y contrajeron matrimonio. A diferencia de las jóvenes de aquella época, Parenelle era capaz de leer, incluso otros idiomas. Aprendió griego y pronto sus conocimientos superaron al de su marido quien la habia instruido. Él, frecuentemente le solicitaba traducir manuscritos antiguos.
Pronto Perenelle se sintió fascinada por los discursos filosóficos y naturalistas de los antiguos y la incipiente ciencia, los sistemas astronómicos, las ancestrales creencias místicas y la llamada alquimia. Primero hizo experimentos de baja escala, pero luego consiguió hacer algunos hechizos. Poco a poco fue desarrollando sus habilidades mágicas, incluso aprendió a canalizar, concentrar y exteriorizar la energía de su aura.
Cuando el libro del mago llegó a sus manos, Perenelle ya se había convertido en una hechicera talentosa, aunque carecia de paciencia para el cálculo y las matemáticas que la practica alquimista requerían. Fue debido a ese antiguo libro, que la hermosa Perenelle y su marido Nicolas lograron acercarse a la eternidad. Gracias a él consiguieron reproducir la mística Piedra Filosofal y con ella obtener el elixir de la vida.
Actualmente y amoldándose a los tiempos modernos lleva una librería junto a su esposo, que les permite sentirse mas cerca de aquella época que los vio crecer, siempre fomentando el crecimiento no solo intelectual sino también personal.

Perenelle es una mujer hermosa, pero a veces se muestra arrogante aunque se destaca por su ingenio y determinación. Activa, audaz y atrevida siempre se muestra dispuesta a aprovechar cada segundo de su existencia, considerando un desperdicio a aquellos seres mas pasivos. A pesar de ser una mujer de acción no suele dejarse llevar por sus impulsos sin antes haberlos analizado con cautela.
La paciencia no es una virtud que abunde en su persona y con frecuencia prefiere hacer las cosas ella misma que delegar responsabilidades. Fiel a sus convicciones y sentimientos no suele entablar relaciones profundas con facilidad, pero aquel que se gana su respeto y confianza sin duda tendrá una amiga para siempre y más aún una fiel protectora.
Es una hechicera, nigromante y alquimista, aunque en un grado no muy avanzado. Posee dotes de clarividencia y también la habilidad de sanar a los seres vivos. Al igual que su esposo Nicolas Flamel, domina muchas lenguas.
Su aura es de color plateado. Cada vez que ella decide usar sus talentos sobre naturales, su aura y su energía desprenden un intenso aroma a jazmines.