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one step from insanity. → Blondie.
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one step from insanity. → Blondie.
Los Ángeles, para él, siempre sería la posible ciudad más tranquila del mundo, y es que ése clima frecuente, más el público que lo rodeaba, daba una perfecta perspectiva para quién necesitaba de un placer referente a la tranquilidad. Un descanso para su cuerpo, o quizá olvidarse de todas las cosas que estaban sucediendo últimamente y no le estaban dejando muy bien que digamos, la cabeza.
Algunos problemas, le estaban atormentando más de lo común, y eso no era nada qué se pudiera calificar como "normal" en la vida de Clint Barton, un joven, - o quizá no tanto - que llevaba en ésa maleta de pesadillas todo su futuro por delante, pero sucesos, catastróficos para si mismo en las más recientes semanas le estaban sacando de quicio o desconcentrando lo suficiente para no pensar claramente.
¿Su propósito?. Aquel lugar, en el que ya había planeado una salida con una personita especial. Y digamos, rápidamente, que con especial se destaca la presencia de ésa muchacha que era capaz de hacerle olvidar todo, con una simple sonrisa. Era quizá, una de las pocas personas por no decir la única que podía nombrar cómo "amiga". Por que lo era, al fin y al cabo podía sacar ese lado tierno que lograba esconder frente al mundo, menos a ella, gracias a la locura. ¿Su nombre?. Motivo de burla para Clint, pero de manera agradable, sin duda alguna.
No esperó mucho antes de llegar a ese apartamento que le habían entregado para su poco merecido descanso en realidad, y en segundos voló a la ducha para luego vestirse como una persona simple y normal que visita éste hermoso sitio. Los Angeles, lugar de descanso para Clint Barton, su único escape de la monotonía.
Se colocó una oscura camiseta que llevaba letras de algún tipo de universidad en el torso, y unos jeans oscuros. Lentes de aviador, un toque desordenado a su cabello para descender hasta su vehículo y buscar a duras penas el sitio que le había nombrado, ella. No quería preguntar a nadie, así que tardó más de lo normal en llegar, pero daba igual, puntualidad no era un problema para él, así que se excusaría con algún regalito o presente, por que si, sabía los motivos de ella en su compañía. Compras, comida y entretención, lo justo y necesario o quizá demasiado, para librarse de tensiones.
Cinco minutos de retraso, en su perfecto cálculo de minutos antes de llegar tras la chica que podía reconocer de lejos gracias a esa agudiza mirada que poseía.
"- Sinceramente creo que tu nombre es bastante contradictorio al aspecto físico que posees. -" susurró en su oído, intentando darle un pequeño susto, pero no se preocupó más de eso y se colocó ante ella besando su mejilla. Era aquello, con su comentario, qué solía molestarla frecuentemente por lo que sonrió casi imperceptiblemente. "- ¿Cómo estás Blondie qué no es blonda?. -" ésta vez, su tono de voz, sonó un tanto más serio, pero sin perder esa gracia propia. En la entrada de un centro comercial, todo podía pasar al lado de esa morena, y con decir todo, se refería a t o d o. Quizá el paso a la locura no estaría tan mal como pensaba ojo de halcón.
Algunos problemas, le estaban atormentando más de lo común, y eso no era nada qué se pudiera calificar como "normal" en la vida de Clint Barton, un joven, - o quizá no tanto - que llevaba en ésa maleta de pesadillas todo su futuro por delante, pero sucesos, catastróficos para si mismo en las más recientes semanas le estaban sacando de quicio o desconcentrando lo suficiente para no pensar claramente.
¿Su propósito?. Aquel lugar, en el que ya había planeado una salida con una personita especial. Y digamos, rápidamente, que con especial se destaca la presencia de ésa muchacha que era capaz de hacerle olvidar todo, con una simple sonrisa. Era quizá, una de las pocas personas por no decir la única que podía nombrar cómo "amiga". Por que lo era, al fin y al cabo podía sacar ese lado tierno que lograba esconder frente al mundo, menos a ella, gracias a la locura. ¿Su nombre?. Motivo de burla para Clint, pero de manera agradable, sin duda alguna.
No esperó mucho antes de llegar a ese apartamento que le habían entregado para su poco merecido descanso en realidad, y en segundos voló a la ducha para luego vestirse como una persona simple y normal que visita éste hermoso sitio. Los Angeles, lugar de descanso para Clint Barton, su único escape de la monotonía.
Se colocó una oscura camiseta que llevaba letras de algún tipo de universidad en el torso, y unos jeans oscuros. Lentes de aviador, un toque desordenado a su cabello para descender hasta su vehículo y buscar a duras penas el sitio que le había nombrado, ella. No quería preguntar a nadie, así que tardó más de lo normal en llegar, pero daba igual, puntualidad no era un problema para él, así que se excusaría con algún regalito o presente, por que si, sabía los motivos de ella en su compañía. Compras, comida y entretención, lo justo y necesario o quizá demasiado, para librarse de tensiones.
Cinco minutos de retraso, en su perfecto cálculo de minutos antes de llegar tras la chica que podía reconocer de lejos gracias a esa agudiza mirada que poseía.
"- Sinceramente creo que tu nombre es bastante contradictorio al aspecto físico que posees. -" susurró en su oído, intentando darle un pequeño susto, pero no se preocupó más de eso y se colocó ante ella besando su mejilla. Era aquello, con su comentario, qué solía molestarla frecuentemente por lo que sonrió casi imperceptiblemente. "- ¿Cómo estás Blondie qué no es blonda?. -" ésta vez, su tono de voz, sonó un tanto más serio, pero sin perder esa gracia propia. En la entrada de un centro comercial, todo podía pasar al lado de esa morena, y con decir todo, se refería a t o d o. Quizá el paso a la locura no estaría tan mal como pensaba ojo de halcón.
Clint W. Barton- █ Mensajes : 9
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Re: one step from insanity. → Blondie.
Era de mañana y apenas había comenzado a abrir un ojo, al momento de autoconvencerme de que en serio debía salir de la cama de la cual era prisionera habrían pasado al menos 30 minutos, como odiaba tener que salir de mi confortable cama por tener que salir; pero al menos la salida del día de hoy era especial, hacía bastante tiempo que no le veía y el saber que al fin nos ibamos a reunir era algo que logro sacarme al fin de mi dormitorio para dirigirme al baño para darme una ducha y luego correr a mi armario para escoger algo que ponerme.
Di mil y un vueltas en mi armario antes de escoger algo que ponerme, si algo me autocriticaba mucho era el hecho de no poder elegir ropa como la gente normal, no, al menos yo tardaba un promedio de 15 minutos y eso cuando estaba apurada. Tome por obra y gracia de Dios una falda, una polera de mangas estilo 3/4 y una chaqueta por si más tarde hiciera frío, tome unos zapatos de tacón alto y metí cosas necesarias en mi cartera para cubrir lo básico. Baje para ir hasta mi auto y comenzar a conducir hasta el centro comercial, me había causado gracia lo fácil que Clint había accedido a ir a un lugar así, y si lo conocía lo suficiente estaba segura de que no era de los chicos que compraba ropa por hacerlo; por eso siempre terminaba trayendolo yo, además adoraba pasar tiempo en su compañía siempre terminabamos riendonos y eso si era díficil, no había fuerza en el mundo que le arrancara una sonrisa, bueno eso antes de conocerle por lo que me había enterado.
Llegué hasta el estacionamiento y me baje. Llegué al que llamamos nuestro punto de encuentro y no me sorprendió que se atrasara, suspiré para mi misma esperando a que llegase. Habían pasado pocos minutos desde mi último pensamiento cuando sentí una voz al lado mío y no pude negar que me asusto, por lo que dí un leve golpecito en su hombro antes de besarle la mejilla y reírme por su comentario. Siempre me había molestado con ello y estaba segura de que por más veces que le contara mi historia no dejaría de molestar.
-Yo bien ¿Y tú Bartoncio? Tiempo sin verte... Y por cierto ¿En serio estás listo para este día?
Reí al ver su expresión y simplemente le tomé del brazo para entrar con el hasta el centro comercial, me detuve un segundo para saber por donde comenzaríamos y una sonrisa cruzo mi rostro al momento de ver una tienda de ropa masculina, comencé a caminar con el de mi brazo y una semi-sonrisa que cada vez se iba haciendo más amplia, este día ya comenzaba a tornarse divertido.
Di mil y un vueltas en mi armario antes de escoger algo que ponerme, si algo me autocriticaba mucho era el hecho de no poder elegir ropa como la gente normal, no, al menos yo tardaba un promedio de 15 minutos y eso cuando estaba apurada. Tome por obra y gracia de Dios una falda, una polera de mangas estilo 3/4 y una chaqueta por si más tarde hiciera frío, tome unos zapatos de tacón alto y metí cosas necesarias en mi cartera para cubrir lo básico. Baje para ir hasta mi auto y comenzar a conducir hasta el centro comercial, me había causado gracia lo fácil que Clint había accedido a ir a un lugar así, y si lo conocía lo suficiente estaba segura de que no era de los chicos que compraba ropa por hacerlo; por eso siempre terminaba trayendolo yo, además adoraba pasar tiempo en su compañía siempre terminabamos riendonos y eso si era díficil, no había fuerza en el mundo que le arrancara una sonrisa, bueno eso antes de conocerle por lo que me había enterado.
Llegué hasta el estacionamiento y me baje. Llegué al que llamamos nuestro punto de encuentro y no me sorprendió que se atrasara, suspiré para mi misma esperando a que llegase. Habían pasado pocos minutos desde mi último pensamiento cuando sentí una voz al lado mío y no pude negar que me asusto, por lo que dí un leve golpecito en su hombro antes de besarle la mejilla y reírme por su comentario. Siempre me había molestado con ello y estaba segura de que por más veces que le contara mi historia no dejaría de molestar.
-Yo bien ¿Y tú Bartoncio? Tiempo sin verte... Y por cierto ¿En serio estás listo para este día?
Reí al ver su expresión y simplemente le tomé del brazo para entrar con el hasta el centro comercial, me detuve un segundo para saber por donde comenzaríamos y una sonrisa cruzo mi rostro al momento de ver una tienda de ropa masculina, comencé a caminar con el de mi brazo y una semi-sonrisa que cada vez se iba haciendo más amplia, este día ya comenzaba a tornarse divertido.
Última edición por Blondie el Lun Jul 09, 2012 10:09 pm, editado 1 vez
Blondie- █ Mensajes : 31
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Re: one step from insanity. → Blondie.
No, no era que le gustara retrasarse. Tampoco era súuuuuper impuntual, es solo que ése día la dirección no le había acompañado con la lógica de un simple mapa y tampoco tenía ánimos de prender el gps del auto, por que si, necesitaba sentirse realizado y encontrar por si mismo el centro comercial, por mucho que le costara con las miles de señaleticas que poseía la ciudad, era su deber encontrarla sin ayuda alguna... ¡y lo consiguió!. Aquello ya era un punto de felicidad a favor, para él y para la propia morena con la que se encontraba, pues, eso daba un indicio de un día con buen ánimo por parte de él, digamos, por agregar simplemente, que no siempre eso sucedía, así que su querida Blondie, debía sentirse agradecida por que los Dioses estaban a su favor. Quizá, especialmente uno, pero ya la molestaría con eso.
"- Bien... -" susurró extendiendo en su rostro algún tipo de sonrisa que le salió más natural de lo que habría planificado. Se podía notar, cualquiera que le conociera, que la facilidad con la que podía subir su ánimo al lado de ésa mujer, no era normal. "- ... Waripolo, Bartoncio, Legolas, ¿qué otros apodos me faltan mujer, por dióh?. -" enfatizó lo último de manera divertida, quitando la consonante solo para hacerlo sonar más dramático y una risa ligera salió de entre sus labios negando con la cabeza. Era cierto, pues, todos, siempre, le ponían distintos tipos de apodos que le volvían loco, pero la gran mayoría, le agradaban, sobre todo si venía de esa dulce chica que mejoraba su ánimo notoriamente. Por otro lado, su pregunta, le aterró de tal manera que sus facciones, que solían no mostrar sentimiento alguno, se dignaron a pasar por un temor particular. El de que su amiga lo dejara cómo payaso de circo, pues así terminaría, lo podía jurar. Oyó cómo esta rió por aquello y Barton rodó los ojos dejándose llevar por su movimiento.
Un suspiro de resignación salió de entre sus labios siguiéndola a paso corto por el camino que llevaba dentro del centro comercial, y éste le pareció raro, tenía un estilo particular, mas refrescante que a los que solía ir, o simplemente se trataba de que había estado tan tenso este último tiempo que cualquier pared pintada de blanco le significaría tranquilidad. Pero de pronto, cuando notó su próximo movimiento todo el terror que pudo haberle invadido, se multiplicó por mil. ¿Una tienda de vestimenta masculina?. ¿Es enserio?. Es decir, no, no le acomodaría estar entre la lencería fina de mujer ni nada por el estilo, pero no quería pasar la vergüenza de su vida mientras, mentalmente, se le armaba ya la imagen de Blondie tirándole ropa a los brazos, miles de prendas que luego tendría que probarse. "Maldita sea", pensó, riendo, por acto reflejo, de nerviosismo casi. ¿Era enserio?. No le daba miedo ni el ogro gigante que controlaba a su compañero Banner y le asustaba eso. Dios.
"- oh, no, no. Blondie, ni sueñes que entraré ahí para que me guíes por el camino de la moda... no, gkfsd, ¡no!. -" y por mucho que rogara, él en su compañía ya estaban dentro. Se sujetó de la plancha de seguridad pero nada sacó. Resopló, removiendo ligeramente su cabello y avanzó observando los maniquies con las vestimentas que ahí habían. ¡Dear lord!, ¿es que a eso le consideraban moda?. Prefería seguir tan sencillo como siempre. Sin embargo, nada sacaría al lado de ella, pero, tan rápido como se ponía a quejarse, observó uno de los maniquies que tenía una peluca rubia, algo larga, ¿ahora estaba de moda usar el cabello a lo T'horeal?. Clint, tan rápido como lo vio, se largó a reír desmesuradamente, jalando del brazo a Blondie y señalando al hombre ahí. "- ¿Lo ves? -" dijo sin poder detener su risa. "- ¿Lo ves?, es igual a Thor... -" masculló sosteniendo su estomago, por que, realmente le daba más risa poder molestarla a ella con esas intenciones que reirse del cabello de su amigo, lo único que quería, era seguir viendo la cara épica que colocaba Blondie al ver al maniquie.
"- Bien... -" susurró extendiendo en su rostro algún tipo de sonrisa que le salió más natural de lo que habría planificado. Se podía notar, cualquiera que le conociera, que la facilidad con la que podía subir su ánimo al lado de ésa mujer, no era normal. "- ... Waripolo, Bartoncio, Legolas, ¿qué otros apodos me faltan mujer, por dióh?. -" enfatizó lo último de manera divertida, quitando la consonante solo para hacerlo sonar más dramático y una risa ligera salió de entre sus labios negando con la cabeza. Era cierto, pues, todos, siempre, le ponían distintos tipos de apodos que le volvían loco, pero la gran mayoría, le agradaban, sobre todo si venía de esa dulce chica que mejoraba su ánimo notoriamente. Por otro lado, su pregunta, le aterró de tal manera que sus facciones, que solían no mostrar sentimiento alguno, se dignaron a pasar por un temor particular. El de que su amiga lo dejara cómo payaso de circo, pues así terminaría, lo podía jurar. Oyó cómo esta rió por aquello y Barton rodó los ojos dejándose llevar por su movimiento.
Un suspiro de resignación salió de entre sus labios siguiéndola a paso corto por el camino que llevaba dentro del centro comercial, y éste le pareció raro, tenía un estilo particular, mas refrescante que a los que solía ir, o simplemente se trataba de que había estado tan tenso este último tiempo que cualquier pared pintada de blanco le significaría tranquilidad. Pero de pronto, cuando notó su próximo movimiento todo el terror que pudo haberle invadido, se multiplicó por mil. ¿Una tienda de vestimenta masculina?. ¿Es enserio?. Es decir, no, no le acomodaría estar entre la lencería fina de mujer ni nada por el estilo, pero no quería pasar la vergüenza de su vida mientras, mentalmente, se le armaba ya la imagen de Blondie tirándole ropa a los brazos, miles de prendas que luego tendría que probarse. "Maldita sea", pensó, riendo, por acto reflejo, de nerviosismo casi. ¿Era enserio?. No le daba miedo ni el ogro gigante que controlaba a su compañero Banner y le asustaba eso. Dios.
"- oh, no, no. Blondie, ni sueñes que entraré ahí para que me guíes por el camino de la moda... no, gkfsd, ¡no!. -" y por mucho que rogara, él en su compañía ya estaban dentro. Se sujetó de la plancha de seguridad pero nada sacó. Resopló, removiendo ligeramente su cabello y avanzó observando los maniquies con las vestimentas que ahí habían. ¡Dear lord!, ¿es que a eso le consideraban moda?. Prefería seguir tan sencillo como siempre. Sin embargo, nada sacaría al lado de ella, pero, tan rápido como se ponía a quejarse, observó uno de los maniquies que tenía una peluca rubia, algo larga, ¿ahora estaba de moda usar el cabello a lo T'horeal?. Clint, tan rápido como lo vio, se largó a reír desmesuradamente, jalando del brazo a Blondie y señalando al hombre ahí. "- ¿Lo ves? -" dijo sin poder detener su risa. "- ¿Lo ves?, es igual a Thor... -" masculló sosteniendo su estomago, por que, realmente le daba más risa poder molestarla a ella con esas intenciones que reirse del cabello de su amigo, lo único que quería, era seguir viendo la cara épica que colocaba Blondie al ver al maniquie.
Clint W. Barton- █ Mensajes : 9
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Re: one step from insanity. → Blondie.
Le miré de forma divertida en cuanto respondió y una carcajada salió de mis labios al mencionar la cantidad de apodos que se iba ganando conforme pasaba el tiempo; pero él debía entender que no era mi culpa tener un ingenio único para crear sobrenombres. Le abracé por el brazo antes de seguir caminando por si acaso se le pasaba por la cabeza la idea de escapar cuando realmente notase hacía donde iban dirigidos mis pasos; conocía a Clint y era obvio que el creía que ibamos a comprar ropa para mí, que me vería desfilar una serie de conjuntos y otra serie de zapatos y todo eso, lo cual si iba a hacer, pero primero venía si ropa; su estilo sencillo era bueno, pero si quería que me sintiera realmente orgullosa de su ropa se tendría que aguantar los minutos que estaríamos metidos en la tienda.
Notar su cara de espanto al momento de pisar la tienda fue lejos lo más gratificante que me había pasado en todo los días posteriores, de hecho si hubiera tenido más a mano mi celular le habría tomado una foto para enviarsela directamente a Natasha, pero estaba más ocupada tratando de soltar al Halcón de la plancha de seguridad, jalandole del brazo para por fin liberarlo de ahí. He de decir que esa acción infantil me había causado bastante gracia, al punto de no poder contener la risa, su cara de miedo seguía presente ¿Había algo mejor en este momento? Sinceramente no lo creía.
-¿Ves? No fue tan complicado entrar a la tienda...Ahora dejame ver un par de cosas y... ya tendrás para probarte.
Desvíe mi mirada hacía un par de pantalones al estilo que solía usar Clint, iba camino a tomarlos cuando sentí que me jalaba del brazo, me dí media vuelta para reprocharle pero no me dió oportunidad pues se puso hablar entre risas y carcajadas que jamás había escuchado en él. Le escuché atentamente sin poder evitar sentir mis mejillas arder al momento de escuchar aquel nombre, y desvíe con algo de terror la mirada al famoso maniquie que me había señalado. Escuchaba a Clint reírse a más no poder y a mi me faltaban manos para cubrir todo mi rostro ¿Cómo era posible que le gustara tanto molestarme con aquello? Y lo principal ¿Cómo había descubierto que era mi punto débil más reciente? Solté una de mis manos de mi rostro solo para golpearle sin tanta fuerza el hombro.
-Eres un verdadero idiota ¿Lo sabías?
Dije en tono divertido mientras volvía a tapar mi rostro, abriendo los dedos de vez en cuando para mirar el maniquie y darme cuenta de que era bastante parecido a Thor. Suspiré tratando de devolver el tono natural a mis mejillas y tomé a Clint del brazo para alejarle del maniquie, sabía que aunque lo tapara en montañas de ropa se iba a seguir riendo por aquel suceso el resto de su vida.
Tomé unos pantalones negros bastante masculinos y una polera blanca en conjunto de una chaqueta casual del mismo tono del pantalón y se los puse en los brazos al especimen que tenía en frente y con mi brazo lo mande a los probadores como queriendo decirle "Ve, y pobre de que pongas caritas", apesar de que si hizo varias gesticulaciones graciosas al ver la ropa, entro a los probadores y una sonrisa victoriosa y sobretodo de burla se formo en mis labios. Espere a que se fuera y me senté a esperar que saliera.
Notar su cara de espanto al momento de pisar la tienda fue lejos lo más gratificante que me había pasado en todo los días posteriores, de hecho si hubiera tenido más a mano mi celular le habría tomado una foto para enviarsela directamente a Natasha, pero estaba más ocupada tratando de soltar al Halcón de la plancha de seguridad, jalandole del brazo para por fin liberarlo de ahí. He de decir que esa acción infantil me había causado bastante gracia, al punto de no poder contener la risa, su cara de miedo seguía presente ¿Había algo mejor en este momento? Sinceramente no lo creía.
-¿Ves? No fue tan complicado entrar a la tienda...Ahora dejame ver un par de cosas y... ya tendrás para probarte.
Desvíe mi mirada hacía un par de pantalones al estilo que solía usar Clint, iba camino a tomarlos cuando sentí que me jalaba del brazo, me dí media vuelta para reprocharle pero no me dió oportunidad pues se puso hablar entre risas y carcajadas que jamás había escuchado en él. Le escuché atentamente sin poder evitar sentir mis mejillas arder al momento de escuchar aquel nombre, y desvíe con algo de terror la mirada al famoso maniquie que me había señalado. Escuchaba a Clint reírse a más no poder y a mi me faltaban manos para cubrir todo mi rostro ¿Cómo era posible que le gustara tanto molestarme con aquello? Y lo principal ¿Cómo había descubierto que era mi punto débil más reciente? Solté una de mis manos de mi rostro solo para golpearle sin tanta fuerza el hombro.
-Eres un verdadero idiota ¿Lo sabías?
Dije en tono divertido mientras volvía a tapar mi rostro, abriendo los dedos de vez en cuando para mirar el maniquie y darme cuenta de que era bastante parecido a Thor. Suspiré tratando de devolver el tono natural a mis mejillas y tomé a Clint del brazo para alejarle del maniquie, sabía que aunque lo tapara en montañas de ropa se iba a seguir riendo por aquel suceso el resto de su vida.
Tomé unos pantalones negros bastante masculinos y una polera blanca en conjunto de una chaqueta casual del mismo tono del pantalón y se los puse en los brazos al especimen que tenía en frente y con mi brazo lo mande a los probadores como queriendo decirle "Ve, y pobre de que pongas caritas", apesar de que si hizo varias gesticulaciones graciosas al ver la ropa, entro a los probadores y una sonrisa victoriosa y sobretodo de burla se formo en mis labios. Espere a que se fuera y me senté a esperar que saliera.
Última edición por Blondie el Jue Jul 12, 2012 5:28 pm, editado 1 vez
Blondie- █ Mensajes : 31
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Re: one step from insanity. → Blondie.
¿Si es que acaso le causaba gracia lo que acababa de ver?. Gracia era poco, por qué las risas descontroladas que salían de entre los labios del chico no eran normales, menos en él. Enserio aquello le dio motivo de diversión por ése momento, y de seguro, de seeeeeeguro, por toda la vida. Aquello sería motivo de burla para Blondie, se aseguraría de recordárselo cada vez que algún indicio de Thor pasara por su cabeza, y es que sinceramente, era inevitable hacerlo. "- oh por favor, Blondie, ¿me negarás acaso lo que es obvio? -" preguntó enarcando una ceja y sus ojos seguían centrados, sin embargo, en el maniquie que tenía frente a él, y es que dios, ¿cómo era posible?. Estaba bien que ayudara a salvar el mundo de un fin que en un comienzo, parecía inminente, pero el hombrecito éste, se estaba volviendo moda, al menos su cabello y éso, aunque no le molestaba a Clint por que después de todo lo consideraba algo así como un amigo y acompañante de bromas, era el incentivo suficiente para tener a Blondie sonrojada por una eternidad.
Cuando le dio el golpe, Clint parecía descontrolado. La observó un segundo y en un compás gracioso al maniquie, alternando su mirada entre ambos. Tendría que robarse ese peluquín que le habían puesto, o al menos el maniquie completo. Enserio lo haría. Aunque fuese a media noche y tuviera que aplicar todas sus técnicas posibles, lo haría, tampoco le resultaría tan difícil y quizá nunca jamás nadie se enteraría. Mordisqueó su labio fingiendo algún tipo de dolor por lo que Blondie hizo y asintió con la cabeza de manera burlesca, pero simpática. "- Ya lo sé, un idiota que reconoció al amor de tu vida en un centro comercial, ¡alabado seas Thor! -" exclamó extendiendo sus manos al cielo de la tienda y rodó los ojos dejándose llevar por ella, pues si, sabía que terminaría vengándose tarde o temprano. Pero antes, dio un saltito y quitó del mono la peluca rubia y la escondió en su bolsillo, sin que nadie se diera cuenta pues, la tienda estaba algo vacía valía decir. Y aunque la ropa era algo absurda, era buena, pero carísima, de éso no dudaba. Ante esta idea alzó un dedo mirándola. "- Me probaré éso solo si tu invitas, por qué yo no pagaré nada. -" murmuró en un tono enfurruñado y se encogió de hombros, sin querer ver la ropa precisamente, pero no pudo evitarlo y una mueca horrible de disgusto se formó en su rostro al notar qué enserio quería convertirlo en un símbolo de moda. Sus ojos se abrieron un poco más de lo normal y luego frunció los labios haciendo una serie de muecas que le causarían gracia a cualquiera.
"- Blondie, sabes que te adoro cariño, pero eres peor que un duende con rabia. -" musitó metiéndose en los probadores con las prendas arrastrando los pies. Se propuso no tardar mucho, y cómo si de un programa se tratara, se quitó las prendas dejándolas ver mientras la tiraba por todos lados en los aires dentro del probador, tarareando la canción "sex bomb" sin ningún atisbo de vergüenza. "- ¡óh baby, um yea! -" tarareó el comienzo de la canción y cómo se la sabía de memoria, y sólo ella se exponía al público se decidió a hacerle pasar el ridículo un ratito. "- spyyyy on me baby use satellite, infared to see me move through the night ... fksdlñ flsñdslf ñlsdslñ -" y mientras se ponía la camiseta sólo balbuceó estupideces, pero el tono seguía ahí, terminando por colocarse los pantalones que los sentía un tanto ajustados, pero blé, no quería ni mirarse al espejo y ver el espanto en el que lo convertía su amiga. Cuando se dio por terminado el probado colocándose la chaqueta se miró de reojo y sacó del bolsillo de su antigua prenda, el pelucón de Thor sin poder evitar la carcajada. Se miró en el espejo, apresurándose a arreglarse la peluca sobre su cabeza y aunque no se veía taaan mal con el rubio, abrió la puerta de un golpe de el probador y enarcó ambas cejas mirando coquetamente a Blondie. "- ¡seeeeeex bomb, sex bomb, you're a sex bomb, and you can give it to me when I need to come along. Sex bomb, sex bomb, you are my sex bomb, and you, baby. -" musitó apuntándola de manera divertida en su personaje, "thor". "- you can turn me on. -" siguiendo la canción, sin problema alguno, y escuchado la risa de los que estaban dentro de la tienda, tomó su mano alzándola de su asiento, invitándola a bailar. Después de todo, se sacaría esa peluca y nadie lo reconocería y sinceramente, se la estaba pasando muy bien.
off: CTM, morí de risa gklfsñ.
Cuando le dio el golpe, Clint parecía descontrolado. La observó un segundo y en un compás gracioso al maniquie, alternando su mirada entre ambos. Tendría que robarse ese peluquín que le habían puesto, o al menos el maniquie completo. Enserio lo haría. Aunque fuese a media noche y tuviera que aplicar todas sus técnicas posibles, lo haría, tampoco le resultaría tan difícil y quizá nunca jamás nadie se enteraría. Mordisqueó su labio fingiendo algún tipo de dolor por lo que Blondie hizo y asintió con la cabeza de manera burlesca, pero simpática. "- Ya lo sé, un idiota que reconoció al amor de tu vida en un centro comercial, ¡alabado seas Thor! -" exclamó extendiendo sus manos al cielo de la tienda y rodó los ojos dejándose llevar por ella, pues si, sabía que terminaría vengándose tarde o temprano. Pero antes, dio un saltito y quitó del mono la peluca rubia y la escondió en su bolsillo, sin que nadie se diera cuenta pues, la tienda estaba algo vacía valía decir. Y aunque la ropa era algo absurda, era buena, pero carísima, de éso no dudaba. Ante esta idea alzó un dedo mirándola. "- Me probaré éso solo si tu invitas, por qué yo no pagaré nada. -" murmuró en un tono enfurruñado y se encogió de hombros, sin querer ver la ropa precisamente, pero no pudo evitarlo y una mueca horrible de disgusto se formó en su rostro al notar qué enserio quería convertirlo en un símbolo de moda. Sus ojos se abrieron un poco más de lo normal y luego frunció los labios haciendo una serie de muecas que le causarían gracia a cualquiera.
"- Blondie, sabes que te adoro cariño, pero eres peor que un duende con rabia. -" musitó metiéndose en los probadores con las prendas arrastrando los pies. Se propuso no tardar mucho, y cómo si de un programa se tratara, se quitó las prendas dejándolas ver mientras la tiraba por todos lados en los aires dentro del probador, tarareando la canción "sex bomb" sin ningún atisbo de vergüenza. "- ¡óh baby, um yea! -" tarareó el comienzo de la canción y cómo se la sabía de memoria, y sólo ella se exponía al público se decidió a hacerle pasar el ridículo un ratito. "- spyyyy on me baby use satellite, infared to see me move through the night ... fksdlñ flsñdslf ñlsdslñ -" y mientras se ponía la camiseta sólo balbuceó estupideces, pero el tono seguía ahí, terminando por colocarse los pantalones que los sentía un tanto ajustados, pero blé, no quería ni mirarse al espejo y ver el espanto en el que lo convertía su amiga. Cuando se dio por terminado el probado colocándose la chaqueta se miró de reojo y sacó del bolsillo de su antigua prenda, el pelucón de Thor sin poder evitar la carcajada. Se miró en el espejo, apresurándose a arreglarse la peluca sobre su cabeza y aunque no se veía taaan mal con el rubio, abrió la puerta de un golpe de el probador y enarcó ambas cejas mirando coquetamente a Blondie. "- ¡seeeeeex bomb, sex bomb, you're a sex bomb, and you can give it to me when I need to come along. Sex bomb, sex bomb, you are my sex bomb, and you, baby. -" musitó apuntándola de manera divertida en su personaje, "thor". "- you can turn me on. -" siguiendo la canción, sin problema alguno, y escuchado la risa de los que estaban dentro de la tienda, tomó su mano alzándola de su asiento, invitándola a bailar. Después de todo, se sacaría esa peluca y nadie lo reconocería y sinceramente, se la estaba pasando muy bien.
off: CTM, morí de risa gklfsñ.
Clint W. Barton- █ Mensajes : 9
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Re: one step from insanity. → Blondie.
Barton definitivamente era un idiota a veces, pero he de decir que verlo reír de esa forma aunque fuera a costa mía, me alegraba bastante, y no era solo por el hecho de que yo solamente lograba hacerle reír así, si no que también porque me gustaba hacer pasar un momento divertido a mi amigo. Cuando alzo los brazos y empezo a alabar a Thor, ni yo pude contener la risa, es que este hombre se ponía cada vez más estúpido y al parecer el estar enamorado completamente de Natasha no mejoraba las cosas. Escuché lo que dijo de pagar y mi cara no expreso ningún disgusto, muy al contrario sonreí y le apunté de igual forma.
-Y como yo seré la que pague, te probarás toda la ropa que yo quiera y te la llevarás sin derecho a reclamo, por cierto te la pondrás y así podrás salir bonito a una cita con Tasha ¿Ves?
Luego de segundos de que él entrara al probador, ví como algunas prendas de su ropa actual volaban dentro de este mismo de forma graciosa, le escuché tararear y un escalofrío recorrió toda mi espalda, estaba segura de que lo que vendría luego de ese tarareo transformandose en palabras concretas de la canción no terminaría para nada bien. Le escuchaba seguir cantando y me sobresalté cuando abrió la puerta de un golpe, decir que me pareció extraño lo que ví salir del probador se quedaba definitivamente corto. No se si mi cara fue de espanto, de verguenza, de querer reír, o si era más bien todo eso mesclado, pero de lo que sí podía estar segura es que Clint había llegado a un nivel de estupidez insuperable.
Le veía acercarse a mí de una forma que el trataba de hacer coqueta pero para mí si que era extraña, me tapé la cara con una revista tratando de evitar que siguiera con su jueguito de creerse Thor; pero de nada valio pues en fracción de segundos ya me tenía bailando con el esa maldita cancioncita que ahora iba a rodar por mi cabeza todo el día. Decidida a que "si no puedes con él, unete a él", opte por seguirle el jueguito semi-bailando con él sin ya poder contener la risa, esta vez si que se había ganado un bonus de carcajadas, y no solo por los de la tienda, pero es que analizandole bien y fuera de esa peluca, la ropa le había quedado bastante bien y bueno ¿Quién no querría ver a Barton así? Estaba seguro que miles de sus compañeros pagaban por verle como yo lo estaba haciendo ahora. Deje de bailar para así poder reírme otro instante y empeze a verle la ropa analizando cada detalle, y sobretodo por lo divertido que le quedaba el pantalón, de seguro un poco ajustado, por lo que tome el mismo en una talla más y se lo avente directo a la cara.
-Okei chico bonito, acepto que te ves bien con esos pantalones, pero tu trasero se marca aún más de lo que realmente quisieras mostrar y no creo que Tasha este muy feliz si es que te los llevas en esa talla, de que toda mujer se de vuelta a observar la parte trasera de su novio ¿No crees?
Inquirí alzando una ceja de forma graciosa, sabía que a Clint no le daba por sonrojarse cuando le hablaba de Tasha, pero así como el sabía mi debilidad, el también tenía la suya y como había optado por molestarme así también le haría yo; y por lo de su trasero, pues simplemente le decía la verdad, sabía que el mismo alababa su trasero con el ego más grande que podía existir y de lo que una persona normal alababa alguna parte de su cuerpo, pero esta vez si que se marcaba mucho, incluso él podía dar fe de ello. Antes de que Clint se fuera grité un simple "Waripolo" y este se dió vuelta al momento preciso para tomarle una foto con mi celular, aquella foto que iba a guardar como si de un hueso Santo se tratase. En lo que volvía a meter el celular en mi bolso una idea fugaz cruzo mi mente y una sonrisa se poso en mis labios, aquello sería genial. Me levanté de mi asiento y luego de semejante escena de baile, de la cual los empleados aún reían, opté por apoyarme en la puerta del probador y juguetear con mi cabello en lo que escuchaba como se sacaba y ponía su ropa anterior.
-Clint ¿Te parece la idea de que luego de salir de aquí, vayamos a verle lencería a Tasha? Sería un lindo gesto que le llevaras ropa ya sabes... Aquí hay una muy buena tienda y con ropa muy linda.
Trate de ahogar una risa, en lo que mi cara tomaba su tono normal. Deseaba con todas mis fuerzas ver su cara en este momento, estaba segura de que a Tasha no le molestaría recibir un regalo, mucho menos si le mandaba un mensaje explicandole el porque del regalo de Clint adjunta a la foto que le había tomado antes, más bien podría jurar lograríamos hacer reír a la rusa más fría del planeta, pero bueno como fuera metería a Tasha en esta broma, porque lo de comprarle lencería iba en serio. Otra sonrisa se desplego de mis labios en lo que esperaba al halcón para así pagar sus prendas y esperaba que no se llevara esa peluca, porque ahí sería otro show en la ropa femenina.
-Y como yo seré la que pague, te probarás toda la ropa que yo quiera y te la llevarás sin derecho a reclamo, por cierto te la pondrás y así podrás salir bonito a una cita con Tasha ¿Ves?
Luego de segundos de que él entrara al probador, ví como algunas prendas de su ropa actual volaban dentro de este mismo de forma graciosa, le escuché tararear y un escalofrío recorrió toda mi espalda, estaba segura de que lo que vendría luego de ese tarareo transformandose en palabras concretas de la canción no terminaría para nada bien. Le escuchaba seguir cantando y me sobresalté cuando abrió la puerta de un golpe, decir que me pareció extraño lo que ví salir del probador se quedaba definitivamente corto. No se si mi cara fue de espanto, de verguenza, de querer reír, o si era más bien todo eso mesclado, pero de lo que sí podía estar segura es que Clint había llegado a un nivel de estupidez insuperable.
Le veía acercarse a mí de una forma que el trataba de hacer coqueta pero para mí si que era extraña, me tapé la cara con una revista tratando de evitar que siguiera con su jueguito de creerse Thor; pero de nada valio pues en fracción de segundos ya me tenía bailando con el esa maldita cancioncita que ahora iba a rodar por mi cabeza todo el día. Decidida a que "si no puedes con él, unete a él", opte por seguirle el jueguito semi-bailando con él sin ya poder contener la risa, esta vez si que se había ganado un bonus de carcajadas, y no solo por los de la tienda, pero es que analizandole bien y fuera de esa peluca, la ropa le había quedado bastante bien y bueno ¿Quién no querría ver a Barton así? Estaba seguro que miles de sus compañeros pagaban por verle como yo lo estaba haciendo ahora. Deje de bailar para así poder reírme otro instante y empeze a verle la ropa analizando cada detalle, y sobretodo por lo divertido que le quedaba el pantalón, de seguro un poco ajustado, por lo que tome el mismo en una talla más y se lo avente directo a la cara.
-Okei chico bonito, acepto que te ves bien con esos pantalones, pero tu trasero se marca aún más de lo que realmente quisieras mostrar y no creo que Tasha este muy feliz si es que te los llevas en esa talla, de que toda mujer se de vuelta a observar la parte trasera de su novio ¿No crees?
Inquirí alzando una ceja de forma graciosa, sabía que a Clint no le daba por sonrojarse cuando le hablaba de Tasha, pero así como el sabía mi debilidad, el también tenía la suya y como había optado por molestarme así también le haría yo; y por lo de su trasero, pues simplemente le decía la verdad, sabía que el mismo alababa su trasero con el ego más grande que podía existir y de lo que una persona normal alababa alguna parte de su cuerpo, pero esta vez si que se marcaba mucho, incluso él podía dar fe de ello. Antes de que Clint se fuera grité un simple "Waripolo" y este se dió vuelta al momento preciso para tomarle una foto con mi celular, aquella foto que iba a guardar como si de un hueso Santo se tratase. En lo que volvía a meter el celular en mi bolso una idea fugaz cruzo mi mente y una sonrisa se poso en mis labios, aquello sería genial. Me levanté de mi asiento y luego de semejante escena de baile, de la cual los empleados aún reían, opté por apoyarme en la puerta del probador y juguetear con mi cabello en lo que escuchaba como se sacaba y ponía su ropa anterior.
-Clint ¿Te parece la idea de que luego de salir de aquí, vayamos a verle lencería a Tasha? Sería un lindo gesto que le llevaras ropa ya sabes... Aquí hay una muy buena tienda y con ropa muy linda.
Trate de ahogar una risa, en lo que mi cara tomaba su tono normal. Deseaba con todas mis fuerzas ver su cara en este momento, estaba segura de que a Tasha no le molestaría recibir un regalo, mucho menos si le mandaba un mensaje explicandole el porque del regalo de Clint adjunta a la foto que le había tomado antes, más bien podría jurar lograríamos hacer reír a la rusa más fría del planeta, pero bueno como fuera metería a Tasha en esta broma, porque lo de comprarle lencería iba en serio. Otra sonrisa se desplego de mis labios en lo que esperaba al halcón para así pagar sus prendas y esperaba que no se llevara esa peluca, porque ahí sería otro show en la ropa femenina.
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