Finnick A. Odair || ID

Finnick ganó los 65º Juegos del Hambre cuando tenía 14 años. Su mentora fue otra vencedora de los Juegos, llamada Mags, quien luego participó con él en la edición número 75. Durante los 65º juegos del hambre, a Finnick le regalaron un tridente, el cual fue probablemente el objeto más caro regalado en la historia de los Juegos. El tridente era un arma que Finnick manejaba bastante bien ya que en su distrito se dedicaban a la pesca y utilizaba lanzas para atrapar a los peces cuando era niño, y con la ayuda de una red, que él mismo hizo con viñas que encontró en la arena, logró atrapar a sus oponentes y matarlos con el tridente. Mucha gente atribuyó el éxito de Finnick por su extraordinaria apariencia física y peculiar personalidad. Después de proclamarse vencedor, fue forzado a ser prostituido por el Presidente Snow como "acompañante" a personas importantes del Capitolio. Pero Finnick en lugar de dinero, a cambio de su compañía, pedía secretos, así siendo una de las personas más peligrosas en Panem porque en cualquier momento podría hacer uso de los secretos que recibía para acabar con muchos puestos importantes del Capitolio.

Durante los 74º Juegos del Hambre, Finnick sirvió, junto a Mags, como mentor de los tributos del Distrito 4. Un año más tarde, Finnick participó como tributo en la edición especial de los 75º Juegos del Hambre en los que los tributos eran elegidos de los ya existentes vencedores de Juegos previos. Durante estos juegos, Finnick formó una alianza con Peeta Mellark y Katniss Everdeen del distrito 12, con Wiress y Beetee del distrito 3, Johanna Mason del distrito 7 y su mentora anterior, Mags.

-¡Vamos de prisa, Odair!- gritó Portia corriendo tras el tren.
-Me apuras de nuevo y juro te meto un tridente por donde cagas.

Él es muy relajado, todo se lo toma con calma, detesta tener que hacer todo rápido ya que él considera que todo mundo tiene tiempo que gastar y ¿por qué habría de gastarlo mientras está presionado? Todo a su vez se puede hacer con suficiente tiempo para evitar cagarla y ahorrarse el tener que limpiar todo lo hecho.

-¿Quieres que te ayude con eso?- dice mientras se acerca a uno de sus compañeros de cuarto.
-No, gracias. Ya me las haré por mi cuenta-.
-Insisto, no parece que tú puedas hacerlo con esas manos de mantequilla-.

Con la gente que se lleva bien suele ser muy cooperativo y empático. Lo hace porque a él le habría gustado que alguien lo hubiese ayudado en situaciones así, y también porque en sí no existe una partícula que lo deje ver a los demás sufrir. Siempre le brinda una sonrisa a los que pasan en frente de él y tiene un lado positivo del mundo siempre en su mente.

-¿Cómo sabes que a ti te darán más patrocinios que a mí?
-Simplemente porque yo he recibido uno de los regalos más caros de los Juegos y... ¿qué no has visto mi cara?.

Egocéntrico hasta la espina, no hay persona más centrada en sí mismo que Finnick. Todo lo bueno lo toma por hecho y se crea una escalinata de la fama en la que él se encuentra en el punto más alto valiendo menos a todos los demás. Aparte de que toda la gente del Capitolio lo felicita por su fenomenal apariencia física él mismo también se felicita. Razones como esta es por la cual se la pasa coqueteando con todas las chicas.

-¿Este corte de pelo me va?- pregunta uno de sus mejores amigos retocándose el peinado con gel.
-Para nada, ninguno te va con ese nuevo estilista que te tocó.-

Es muy sincero y si le preguntas cualquier cosa él te dirá la verdad, en ocasiones la gente piensa que él es demasiado directo con la gente pero es algo que él no puede controlar. No se guarda nada para evitar pasar por las vergüenzas que pueden conllevar las mentiras o pretenciosas palabras.