Narcissa C. Black.

Narcissa es la hija menor de los Black. Tiene dos hermanas: Andrómeda, la de en medio y Bellatrix, la mayor. Sus padres, Cygnus y Druella Black -de soltera Rosier- les educaron bajo el típico concepto de magos puristas, es decir, que todo aquel que no fuese sangre pura o deshonrara su linaje juntándose con quienes no lo fueran, estaba completamente prohibido relacionarse. Siendo los Black una de las familias más famosas dentro del Mundo Mágico, Narcissa y sus hermanas crecieron rodeándose con la élite de Londres.

Bellatrix sería la primera en recibir su carta de Hogwarts, donde sería escogida para la honorable casa de Slytherin, justo como sus padres querían y a la misma que ellos habían asistido. Un año más tarde, sería el turno de Andrómeda de abordar el Expreso y terminaría, a pesar de su personalidad un tanto distinta a la de sus hermanas, en Slytherin. Finalmente sería el turno de Narcissa, quien comenzaba a sentir toda la presión y expectativas de sus padres sobre sus hombros. Para su suerte, completaría el trío de las Black terminándo, también, en la casa verde y plata. Allí mismo conocería a Lucius Malfoy, con el que terminaría comprometiéndose para finales de sexto curso.

Andrómeda se enamora de un hijo de muggles -Ted Tonks- y sería dejada de lado por la familia, aunque Narcissa tuviese que hacerlo a regañadientes, es su hermana, sin importar a quién amase. Bellatrix se convierte en Mortífaga, mientras que Narcissa prefiere mantenerse al márgen de todo el asunto. Sabe que el Señor Tenebroso está ganando poder y que tarde que temprano tendrá que tomar un bando, y si quiere seguir siendo una digna Black, ya sabe de que lado tendrá que ponerse.

Una joven educada y de modales exquisitos que aprendió todo lo que sabe gracias a su madre, quien es igual o más recatada que la propia Narcissa. Jamás saldrá una mala palabra de su boca y rara vez actuará de forma indigna o inmoral. Es una chica que se piensa muy bien las cosas antes de actuar, y quizá se preocupa demasiado por la opinión que los demás puedan tener sobre ella. Delicada, de sonrisas brillantes y ojos sinceros. Guapa, sí. Y es que siempre parece saber qué decir o hacer. Perfecta, o casi; aunque ella misma no se considere tal cosa. Como digna hija de los Black, siempre ha sabido con quiénr relacionarse y ha aprendido a mantenerse alejada de los muggles y sangre sucias. Una chica de la alta sociedad, que, muchas veces, parece una rubia hueca más.

Equivocados están aquellos que creen eso, pues Narcissa no tiene de tonta un solo cabello dorado. Inteligente y perspicaz, parece poder leer a las personas sin necesidad de cruzar palabra alguna. No es precisamente amante de la manipulación, pero ha aprendido a sacárle partido a sus genes y gracias a ello, consigue muchas veces, lo que quiere. Tan astuta que sabe cuándo hacerse la tonta y cuando no, cuando pretender no saber nada y cuando saberlo todo. Camaleónica, sin que tú te des cuenta. Dista de ser sádica como su hermana Bellatrix, y es más, no disfruta en lo más mínimo del sufrimiento ajeno. Torturar, masacrar y herir son cosas que no caben en la cabeza de alguien como Narcissa, a pesar de convivir con alguien a quien le parece tan natural.

A veces se pregunta si todo en lo que cree es una simple costumbre, algo inculcado por sus padres y que, con el tiempo, ha aprendido a aceptar. Pero si hay algo que Narcissa teme, es defraudar a sus padres, a quienes les guarda un sumo respeto y cariño, no sería capaz de decepcionarlos como ya lo hizo Andrómeda. Y por eso, muchas veces, finge estar de acuerdo con ellos, aunque en realidad no se detenga a pensar que, tal vez, no sea así.