Anfítrite [ID]

Según cuenta algunas tradiciones, Poseidón la vio por primera vez bailando entre sus hermanas cerca de la isla de Naxos, enamorándose en el acto y secuestrándola. Otros autores relatan que Anfitrite se las apañó para escapar del dios, huyendo a los más lejanos confines del mundo, más allá de las columnas de Hércules, junto al titán Atlas. Sin embargo, Poseidón envió entonces a numerosos criados en su búsqueda. Uno de ellos, llamado Delfino, dio con ella y la convenció de que aceptase el interés del dios y se convirtiera en diosa del mar.
Casado con Anfitrite hubo de ella tres hijos: Tritón, Rode (aunque no está muy clara la paternidad de la niña) y Bentisicime. No pudo durar la armonía por los celos de la Nereida, al ver los excesos del dios del mar. La aventura del, dios que más la irritó fue la que tuvo con Escila, hija de Forcis. Para acabar con ella echó hierbas ponzoñosas en el estanque en que se bañaba. La pobre amada entra al baño y se convierte en un monstruo horroroso: tenía al salir seis cabezas y doce pies.
Anfitrite desempeñaba junto al dios del mar el mismo papel que Hera junto a Zeus y que Perséfone con el dios de los muertos. Es hija de Tetis y Oceáno.

>¡Qué mujer! Y sí, otra vez, ¡qué mujer! Anfítrite no se atiene a la regla general, jamás lo hizo y realmente, no tiene intención de cambiar. Una mujer con temperamento, decidida y una prepotencia envidiable, no es alguien fácil de tratar. Compleja en su sencillez, su vida se rige por dos conceptos: Honor y Deber. Ideales con los que no se juega, ideales que lo son todo para Anfítrite, esos dos conceptos marcan su vida y todos y cada uno de sus actos. Honor, como la honestidad, el reconocimiento, la aceptación, el no bajar la cabeza tras una derrota. Deber, incluso más potente que el anterior, deber hacia su hacia su esposo, hacia lo que es como Diosa... Deberes que la dicen como actuar de un modo u otro, pero entre todos esos deberes tiene muy claras las prioridades.

Fría en apariencia, altiva. ¿Egocéntrica? No, realmente. Pero sí se hace respetar, de voz potente acostumbrada a gritar órdenes en mitad de una tempestad en la cubierta de un navío, voz no la más adecuada para la intimidad del hogar o del amor. De porte regio, majestuoso, imponente. Ha tenido que aprender a no dejarse pisar y no lo hará. Posee una gran fortaleza y tesón. Luchadora, sacrificadora, tiene metas más que de llegar a lo alto de vencer, de gloria, de victoria. Tiene aspiraciones, aunque estas últimas se alejen un tanto del ámbito militar. No es insensible pero sí apática, la toma de decisiones debe ser rápida ya que hay algo más que vidas en juego, por lo que la mejor opción que tiene es distanciarse. El fin justifica los medios y el mal menor son unos de sus argumentos más utilizados.

`Posee grandes conocimientos de la mayor parte de campos, aunque a penas los pone en uso en su día a día. En lo que sí se nota, es en su vocabulario y forma de expresarse. Habla con soltura, usando multitud términos y gran variedad de vocabulario, todo eso en una expresión cortés y siempre educada, sea quien sea a quien se dirija. Como sí es un mortal, o quien sea, el trato y el respeto que habrá por parte de Anfítrite será el mismo, siempre y sin excepción. Eso no quita, que en cierto modo, considere inferiores a los mortales, los vea casi un juguete y le causen curiosidad, y que en alguna ocasión se deje llevar por la tentación y juegue con ellos. Lengua a las mismas que cortés pero también viperina. El sarcasmo y la ironía son uno de sus recursos literarios predilectos, pero el arte de agrabiar de forma elegante se encuentra por encima de todo.

Es un alma libre que detesta todo tipo de ataduras y restricciones, que quiere volar, que quiere brillar como una estrella más.

No habla mucho, más bien resulta es una persona un tanto callada, y muy metida dentro de sí misma perdida en su mar de pensamientos. Pero escucha, observa, se fija en los detalles en las cosas pequeñas y aparentemente insignificantes. Le llaman la atención sin saber muy bien porque. Su personalidad perfeccionista y minuciosa le lleva a eso, a mirar lo pequeño, lo insignificante para muchos pero importante para otros. Es avispada, usa la lógica de lo impredecible de lo inaúdito o aparentemente imposible, enrevesada, busca los líos de las cosas simples y da a todos mil vueltas antes de decir nada. De mente ágil y una gran memoria, tiene facilidad para memorizar no sólo datos sino también imágenes o esos detalles que tanto le llaman la atención.

En términos generales no cae mal a la gente, a pesar de pasar mucho tiempo alejada de la sociedad y que sus habilidades sociales pueden dejar que desear, se las apaña. Sabe escucha de forma atenta, de mirada amable y expresión suave. La feminidad al poder, lo deja traslucir en su forma de comportarse, de moverse, esa diferencia más que aíslarla o entorpecerle su camino, es lo que le ha hecho sobresalir. No es la mujer más intrépida o valerosa del mundo, no se actuará sin tener ni la más mínima oportunidad de salir airosa, el sentido común y la razón ante todo, la victoria, vendrá después si eso. Analítica, sabe observar y deliverar antes de tomar ninguna decisión. Tiene carisma de lider, no es algo innato, sino que la ha ido forjando al paso de los años. Leal, honesta pero al mismo tiempo manipuladora, no es una santa y no tiene la más mínima intención de serlo. Amable con la mayor parte de la gente, en ese sentido no es especial ni diferente a los demás.

Posee un gran temperamento y su paciencia tiene límites, límites bien marcados que no conviene sobrepasar. Porque sí, tiene mal genio, muy mal genio. Adoradora del orden y cuanto más perfecto todo, mejor. No soporta la desobediencia ni los que se van de listos. Tampoco soporta errar, ya que se exige mucho. Siempre lo hizo, desde pequeña. Se enfadará consigo misma, aunque rara vez culpará a los demás, verá la razón de fallar en sí misma aunque hayan sido factores externos los que la hayan causado.

Es una mujer que tiene mucho cariño que dar, pero que tampoco sabe como exteriorizarlo. Los celos de los deslices amorosos de su esposo la corroen por dentro, son como una espina que poco a poco se va clavando más y más. Es sensible y tiene su lado frágil, un lado que muy pocos conocen. Deja aparte su carácter temperamental, autoritario para hacerse pequeña y frágil, para acurrucarse y dejarse abrazar, donde salen a la luz esos miedos tan celosamente guardados.


Anfítrite destaca por su asombrosa tranquilidad. Es una mujer reflexiva y nada