Madara Uchiha

¿Qué me están pidiendo? ¿Qué se creen? Pedir una descripción de la historia de éste singular ser es como si me pidiesen un origen detallado y completo de Zeus; que oye, se conoce algo, pero tanto, tanto, tampoco. Pero bueno, intentaré darles lo que puedan considerar como de importancia en la vida de este villano tan único en su especie.

Madara Uchiha nació hace años, cientos de años, cuando en el continente asiático se encontraba habitado por nada más que ninjas, los muy bien llamados Shinobis. Para esos entonces Asia se dividía en varios países, de los cuales los más importantes eran 5: El país del fuego, el país del agua, el país de la tierra y el país del rayo. Madara es proveniente del país del fuego, nacido en el seno del famoso clan Uchiha, los asombrosos portadores de un doujutsu (poder ocular) de temer, llamado Sharingan. Creció en competencia con su hermano, Izuna Uchiha, los cuales en su afán por superarse lograron aumentar su poder, obteniendo una evolución del doujutsu característico de su clan: el Mangekyo Sharingan.

Gracias a esto, se hicieron con el liderazgo del clan, mostrándose Madara como el principal, muy acorde a su personalidad. En esos tiempos el mundo ninja se encontraba en constante guerra, siendo la fuerza y el buen liderazgo de Madara lo que permitió que el clan ganase incontables victorias. No obstante el poder tenía un precio: conforme más usaban esa habilidad ocular, más perdía la vista. Así, en un arranque de querer más poder, y excusado en el que fue su hermano quién se los ofreció, tomó los ojos de éste, ganándose así el Mangekyo Sharingan Eternal, lo que le permitía hacer uso infinito de esa habilidad sin perder nuevamente su vista.

La guerra creció y los países se estaban llevando a la destrucción, siendo los enemigos más poderosos el clan Uchiha y el no menos importante clan Senju. Ambos clanes poseían la misma potencia, aunque sus habilidades fuesen distintas. No obstante, en un arrebato de mantener la paz, el líder del clan enemigo ofreció a Madara la paz, el cual la aceptó por mera petición de los otros Uchiha, quienes deseaban acabar de una vez por todas con tanto conflicto. Con éste nuevo tratado de unión, ambos clanes crearon la antiguamente afamada aldea de la hoja; siendo elegido como “Hokage” (jefe de aldea) el líder del clan enemigo.

Madara al ver eso, temió que él quisiese oprimir a los Uchiha, he hizo todo lo posible por lograr derrumbar su liderazgo, intentando tomar fuerza con los suyos. Sin embargo estos le dieron la espalda. Madara partió con una declaración de venganza, la cual no dudó en tomar al poco tiempo después, teniendo un arduo enfrentamiento con el líder del clan Senju. Aunque muchos dicen que fue derrotado, en realidad Madara se dejó vencer para poder obtener así parte del poder ajeno, fingiendo su muerte desde entonces.

Los años ninjas pasaron, un sinfín de situaciones y encuentros terminaron por definir al mundo Shinobi y cambiarlo por completo. Por su lado, Madara se mantuvo siempre entre las sombras, pues ya no se encontraba interesado en algo que tenía poca vida. Y así, con el pasar de los años, Asia cambió. Los países evolucionaron y dejaron sus antiguas costumbres atrás, al punto de que los ninjas se hicieron a un lado y perdieron su antiguo poderío social, dándole entrada al mandato de aquellos humanos sin habilidades.

Madara emigró, pues pese a todo nunca dejó sus tierras natales. Ahora lleno de poder, pues se había ello con el doujutsu del Rinnengan, el cual junto al poder tomado del ahora muerto líder del clan Senju, le hacen de temer. Se dirigió con determinación al nuevo mundo, la recién descubierta América le proporcionó hogar y allí se mantuvo, ligado entre los españoles. En un principio tomó parte en la conquista, pero luego dejó a un lado pues no tenía ánimos de servir a la reina española y tampoco estaba entre sus planes el hacerse con el reinado europeo. Se dedicó a habitar, siempre haciendo de las suyas cada que encontraba algo de interés.

En la actualidad, muchísimos años después, se encuentra en un estado de nómada. Ahora que el mundo está hecho una gran potencia tiene pensado hacerse con él poco a poco. Sin embargo sus intenciones no son el liderar o gobernar al mundo, no; su interés es provocar que todos los países se sumen en una tercera guerra mundial, tan destructiva como las anteriores, como aquellas que amenazaban con ahínco sus tierras en tiempos pasados. Quiere la destrucción total, para que vuelva a haber construcción y así volverlo a destruir todo.

Mira a quién me ha tocado describir, nada más y nada menos que al mismísimo Madara Uchiha. ¿Cómo empezar con éste ser? Ya sé, con algo: Orgullo. Sí señores, tal como leen, si en algo es experto aparte de sus técnicas ancestrales, es en el orgullo.

Madara es una persona extremadamente confiada en sí mismo y en sus capacidades, a tal punto de que llega a menospreciar a otros y considerarles inferiores por un camino muy largo. Su orgullo no le permite aceptar nada que vaya en contra de lo que él quiere y lo que él desea, llegando a ser tal que el rencor suele formar parte de su vida cotidiana, ya que está mandado a hacer para odiar a quienes le han causado algún agravio. No obstante, no sólo menosprecia, también elogia. Ok, digamos que es un elogio muy parecido al que le hace un superior a su subordinado, pero ¡vamos! Algo es algo. Es el típico enemigo que te felicita cuando haces algo bueno, incluso estando en batalla, pero de una forma tan arrogante que pese al halago no dejas de sentirte subestimado. Y de eso partimos a otra cosilla: molesto. Sí, sí, eso mismo, molesto. No en el sentido de que se molesta, aunque también, pero más que todo es porque resulta pedante para otros, logrando sacar la ira de hasta aquella persona más calmada. Y es que, ¿cómo no molestarse con él? Si desde que te lo atraviesas por el camino ya te está haciendo sentir como cual mierda.

Claro está que mencionar cosas como el ego y parecidos está demás, pues esas vienen como combo incluido con su orgullo, así que vamos a sobreentenderlas y pasar a otro punto de su… Colorida personalidad.

Es traicionero, mentiroso, engañoso, hijo e… Bueno, ya saben, todo eso que solemos decirle a quienes nos traen la paciencia hasta los cojones. No, no confíen en él, mis queridos lectores, ni se les ocurra bajar la guardia cuando se encuentre respirando el mismo aire que ustedes. Mira que es experto como actor, ¡sí señor! ¡Qué Brad Pitt y qué nada!, ese le da tres patadas a cualquier ganador del Oscar, les engañará, los matará y cuando estén en el cielo ni sabrán cómo fue que murieron. No posee sentimientos buenos dirigidos hacia nadie, pero sí que sabe como fingirlos, siendo una de sus tácticas favoritas el ganarse la confianza de otros para luego ¡pam! Jaque mate, como diría cualquier aficionado al ajedrez. Lo más seguro es que si te busca y te trata amablemente, es porque tiene algo de interés en ti, usualmente dirigido a las habilidades o a objetos poseídos, así que estate alerta, que luego mueres y no tendrás excusa, que te estoy avisando de por medio.

A ver, ¿qué más? Cruel, sí, eso también, cruel y frío como todo buen villano lo debe ser. Y mira, no te estoy hablando de esos villanos que se conforman con secuestrar y se arrepienten luego, no, no, no. Éste Uchiha es despiadado, a tal punto de que si se entera que un recién nacido causará su muerte de adulto, va y lo mata, sin remordimiento ni misericordia porque sea un crio de días o meses de nacido. Sí, lo sé, ahora de seguro se te hace más pedante todavía. Ésta crueldad está ligada muchas cosas, digamos que ramificaciones de su malvada esencia, entre ellas su gusto por las batallas, su deseo constante de venganza, sus intenciones de conseguir cada vez más poder y pare yo de hablar. Además, es un ser bastante osado, puesto que su confianza en sí mismo es tanta que puede enfrentarse a todo un ejército de mutantes y estar bien tranquilo a sus adentros, muy seguro de que puede vencerles. ¿Puede? Bueno, ya eso es otra cosa que no depende de mí el describirlo.

Ahora, no me lo confundan tampoco con un iracundo sin cerebro, no señores, que en ese lado sí debo hacerle justicia. Madara Uchiha lo que tiene de ego y orgullo también lo tiene en inteligencia. ¿Cómo crees que se puede triunfar sin analizar o armar excelentes estrategias? Tampoco es que lo voy a empezar a adular, pero posee una gran agilidad mental, tanto como para armar grandes hazañas como para darse cuenta de cualquier detalle que le rodea. Es bastante perspicaz y está al tanto de que así como él engaña, otros pueden engañar, por lo que suele encontrarse muy alerta cuando se encuentra con otros, aún inclusive cuando por fuera les menosprecie a hartar.